Te escribi algo...

Antes escribía un montón, pero tenía tiempo para hacerlo.
Todo para mí, no lo mostraba ni nada.
Ahora ya no.

Me hiciste acordar que tengo un blog de adorno, porque escribì unas cosas, pero desde hace bastante no lo abro. Es por falta de tiempo, y de "inspiracion".

Lo hacia de chica porque tenia muchos problemas y esa fue una manera de sobrellevar el tema y mejorarlo , un poco.
Y no , no creo ser buena haciendolo , me cuesta plasmar lo que siento en papel , a no ser que sea en dibujo.

Amo escribir, siempre lo hago... pero al igual que Piu, generalmente todo queda para mí. Excepto algun par de cosas que las postié en el foro de Literatura de Psico.

jua.. yo no puedo ni escribir el remitente d una carta... las unica vez q lo intenté d pibe, al leerlo tenia menos onda q un telegrama d despido ... asiq aguante el cara a cara!

Escribo que escribo mientras estoy escribiendo que hay alguien que escribe que escribe mientras está escribiendo ...

pd: Todos escriben.

En la primaria solía engancharme con lo de escribir cuentos y esas boludeces, más adelante me divertía creando campañas para juegos de mesa -rol-, pero fuera de eso... no mucho.

Copio algo de lo que escribí hace poquito, lo más reciente.


Fumo. Pienso detenidamente. Imagino un cuadro. Sueño colores, luces, sombras. Agarro el pincel y comienzo. Dibujo líneas, formas diversas y espacios. Y de pronto no llego a nada. Pareciera que olvido el objetivo, el resultado final. Por dentro lloro por no saber a dónde iba. Me encuentro extraña, desconociendo, ignorando cuál es mi obra maestra. Me busco en un espejo, me miro, me pregunto quién soy. Me pregunto qué hice con mi versión real y mejorada de mí. Mi reflejo no contesta, y de a poco tengo más dudas que certezas. Tal vez mañana lo averigüe: pinte, escriba, dibuje, planee, ejecute y finalice un objetivo. Mi reflejo contesta: quizás ya te has acostumbrado a vivir de esta manera. Ya no pregunto, mi versión desmejorada se ha convertido en la real. Dejo de buscarme, y entonces me familiarizo con quien ahora soy. Me encuentro casi cercana, conocida, poco necesitada de obras maestras. Frente al espejo me río, pero por dentro lloro. Pareciera ser que estoy atrapada dentro mío, temblorosa. Y de pronto la nada es algo. Dibujo espacios vacíos, formas sin sentido. Suelto el pincel, lo abandono. Duermo luces, despierto sombras. Deshecho un cuadro. Existo rápidamente. Apago.


Me gusta, es una de las cosas que más me gusta de las que escribí. Pero quizás no sólo por el contenido, que puede ser muy simple. Sino porque está de alguna manera espejado. La primera oración es como una "antítesis" de la última, la segunda de la penúltima, la tercera de la antepenúltima, y así. No sólo son de alguna manera opuestas, sino que van en orden ascendente, las oraciones, en cantidad de palabras. La primera tiene una sóla. La segunda dos, la tercera 3, la cuarta 4 palabras, hasta llegar a la quinceava que tiene justamente, 15... Pero como de alguna forma uno se "desconoce" cuando se mira en el espejo (entre otras situaciones), la 16 tendrá 14 palabras, la 17 tendrá 13, la 16 tendrá 12, y así... hasta llegar a una palabra sóla, en la última oración.

Con un amigo participamos en un festival provincial de cortometrajes y ganamos mejor guión original (onda que ganar un premio por lo escrito en un concurso audio-visual no es "muy destacable" ).

Con un amigo participamos en un concurso provincial de cortometrajes y ganamos un premio al mejor guión original (igual, ganar una distinción literaria en un concurso audio-visual es casi un premio consuelo ).

Una frase muy buena de dicho corto:

"No intentes dormir, sólo duerme.
No intentes soñar, sólo sueña.
No intentes despertar... no es necesario".